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10/05/2011
Piden tres años de cárcel a un hacker por acceder a datos de la Politécnica de Valencia
El joven era estudiante del centro cuando se produjeron los hechos, por los que se le reclaman 25.000 euros.
Un presunto hacker en el banquillo de los acusados. No es nada frecuente que se celebre un juicio por acceder a través de internet a datos confidenciales. En este caso, de la Universidad Politécnica de Valencia. La Fiscalía reclama tres años de prisión y una indemnización de 25.000 euros por los daños informáticos causados al centro. La acusación particular, que ejerce la institución académica, eleva la cantidad hasta los 160.000 euros. Sin embargo, existe un informe de un perito informático que cifra el perjuicio en 25.498 euros.
El abogado Carlos Sánchez, especializado en este tipo de delitos, lleva la defensa del joven, estudiante de la universidad en 2006, cuando se produjeron los hechos. Se desconoce si finalmente terminó la carrera.
El letrado del entonces estudiante negó ayer las acusaciones y que su defendido sea el autor de esta intrusión en los ordenadores. Los delitos que se le imputan al pirata informático son revelación de secretos y daños informáticos, según confirmó el propio letrado.
No es nada frecuente que un hacker termine procesado en España. La mayoría de sus actos no dejan de ser gamberradas como, por ejemplo, el sabotaje de páginas web. En algún caso, los partidos políticos ya han sufrido esta práctica.
Pero, además, resulta complicado rastrear en la red desde qué ordenador se accedió a los archivos privados y más todavía la identidad de quien estaba al otro lado de la pantalla.
Sin embargo, en este supuesto no ha sido así. El área de sistemas del centro detectó varias intrusiones en áreas con contenido sensible. En la base de datos de la universidad se almacena información reservada como el expediente académico, las nóminas del personal o incluso ficheros médicos.
De inmediato, saltaron las alarmas. A partir de ese momento, se realizó una minuciosa investigación en la que se concluyó que el autor de estas entradas era el joven estudiante. Fuentes universitarias añaden que desconocen «cuánta información logró ver, si la almacenó o si posteriormente hizo uso de ella». Al parecer, la mayoría de las entradas las realizaba desde «zonas públicas e intentando ocultar su identidad».