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31/07/2014
Y es que estas tecnologías cada vez cuentan con más adeptos, algo que hace que algunos “no se hayan parado a pensar es la puerta que están abriendo a los cibercriminales, que tratan de manipular cada aparato electrónico que se conecta a la Red. Desde los típicos aparatos vigilabebés hasta los termostatos, pasando por una simple bombilla. Muchos de estos productos van aparejados de una aplicación para teléfonos inteligentes o una web que permite a los usuarios controlar sus dispositivos, cámaras y hasta las cerraduras de sus puertas a distancia. Y todo eso es potencialmente vulnerable”, afirma Panda Security.
La compañía explica que ya se han encontrado las primeras amenazas para Nest, el termostato de Google que regula la temperatura de una casa (el atacante utiliza el modo “restaurar” del dispositivo para arrancar con el ‘kernel’ de Linux y, desde ahí, modificar el sistema de archivos del termostato); para las bombillas LIFX (a través de un dispositivo móvil se puede encender y apagar las luces de una casa y éstas pueden ser hackeadas) o para Inax Satis, un inodoro inteligente que puede ser controlado por cualquiera que tengan instalada la aplicación de Satis. Estos casos, que no son potencialmente muy peligrosos, demuestran que “cualquier cosa puede ser hackeada”.
Panda Security, además, asegura que hasta los vigilabebés pueden ser atacados y por ello recomienda “cambiar la contraseña del wifi y de la cámara y aceptar todas las actualizaciones del fabricante en el teléfono”.