Está usted visitando una publicación en la hemeroteca de CSIRT-CV.
Para acceder al portal y contenido actual, visite https://www.csirtcv.gva.es
04/11/2014
El caso es que a pesar de las ventajas y posibilidades que ofrece su nueva Smart TV Price se ha sentido aterrorizado por la citada política de privacidad, ya que dicho dispositivo recopila una gran cantidad de información personal del usuario entre la que se encuentra, por ejemplo, qué hemos visto, dónde, cuando y por cuánto tiempo, pero como anticipamos hay mucho más.
La Smart TV también ignora de pleno la opción de no seguimiento de forma que rastrea también las webs que visitamos, las aplicaciones que utilizamos, nuestras interacciones en ambos casos y con el micrófono que incluye graba nuestras conversaciones y las transmite a terceros.
En definitiva utilizar su Smart TV exponía a Price a una serie de violaciones de privacidad flagrantes que consiguieron intimidarlo por completo, ya que no le dejaban opción ni defensa alguna, salvo no utilizar las funciones avanzadas de su nuevo dispositivo.
Actualmente la privacidad se ha convertido en uno de los derechos más vulnerados y a la vez en uno de los que ha quedado más desprotegido tras los numerosos avances tecnológicos que hemos ido experimentando, y por desgracia parece que la cosa va cada vez a peor.